Una novela por cada cliché romántico que te corta la respiración

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El cliché romántico es una de las grandes discusiones en nuestro género.

¿Molan los clichés en la romántica o no? Esa es la cuestión.

Desde mi humilde punto de vista, hoy en día es imposible no caer en algún cliché, aunque se intente por todos los medios porque todo es un cliché.

Pero vamos a empezar por el principio.

Qué es un cliché romántico

Un cliché romántico es una situación que ha sido utilizada en tantas historias que la convierte en un recurso recurrente o, incluso, en una categoría.

Oímos a diario eso de «es un enemies to lovers» (de enemigos a amantes) o un «friends to lovers» (de amigos a amantes). Pues bien, ambos se consideran clichés románticos porque a pesar de que cada historia es diferente y de que cada pluma tiene su toque, hay normas que se suelen repetir.

Para empezar, la romántica va sobre amor romántico, por tanto habla de relaciones amorosas entre personas. ¿De cuántas maneras se puede dar una relación entre dos o más personas? O lo conocías de antes y os caéis mal (enemigos), u os caíais bien (amigos), o es un conocido (el hermano de tu amiga, el amigo de tu hermano, el cuñado), o flirteó contigo en algún lugar sin conocerte antes (flechazo «instalove»), o esa relación nace del roce en el trabajo (amor en la oficina).

Si te pones a pensar en cuántas formas hay de conocer a alguien, ya se han hablado y explotado todas ellas, tanto que pasan a ser clichés.

Pero claro, es un pez que se muerde la cola. Si escribimos sobre relaciones que empiezan, deben tener un inicio en concreto.

Por lo tanto, ya no se trata de falta de originalidad, sino de que dentro del tema principal sobre el que escribimos, el amor, hay situaciones que requieren de los mismos recursos.

La diferencia es cómo los enfocamos, que eso ya depende de la originalidad y de la mano diestra de la persona autora.

Los estigmas del cliché romántico

Durante mi andadura por el mundo literario romántico me he encontrado de todo: desde esa autora que adora los clichés y mete todos los que puede en sus novelas, hasta la que procura huir de ellos y solo usa los que no puede evitar. Con las lectoras ocurre lo mismo. Se leen reseñas en Amazon con pocas estrellas porque han considerado que se abusan de ellos y otras que dicen abiertamente que la novela salta de cliché en cliché y es maravillosa por ello o porque se ha usado el cliché que más ama.

Pero a mí me llaman la atención esas reseñas en las que se dice «está cargada de clichés, pero igualmente la he disfrutado».

Ahí es. Es a eso a lo que creo que debemos aspirar todas las escritoras de romántica: que metamos nuestra pluma en los clichés sin miedo, pero siendo ambiciosas, dando una vuelta de tuerca a todo lo que ya se ha explicado o innovar en los temas de fondo.

Una novela por cada cliché romántico

Mantuve una conversación con una escritora de romántica hace poco y estábamos de acuerdo en lo que he explicado hasta ahora, que casi todo se considera un cliché romántico hoy en día, así que la lista de novelas podría ser increíblemente larga, pero voy a limitarme a los que me apetece recomendarte hoy.

Enemies to lovers / De enemigos a amantes

Este es uno de los que más disfruto si está bien construido. Soy muy pesada, pero para mí, el mejor libro que he leído de este cliché es Cariño, cuánto te odio de Sally Thorne. Sin embargo, a pesar de que me encantaría que se lo leyera toda lectora de romántica, voy a recomendar otro que también me gustó mucho para no ser tan repetitiva:

Es una novela divertida en la que se ve cómo evoluciona la relación de dos personas que, por circunstancias personales, empiezan con muy mal pie.

Para que este cliché esté bien construido se necesita un motivo de peso para que pasen de odiarse a querer ser pareja. Lo normal es que ambos tengan prejuicios el uno con la otra y viceversa, pero a medida que se conocen se comprenden y se apoyan porque no son como creían en un principio.

Friends to lovers / De amigos a amantes

Este es el cliché que he descubierto que disfruto más escribiendo. Mira, no sé, me deja el corazón calentito. Eso de que dos personas que se tienen un cariño amigable sientan que eso va un poco más allá, me da ternura.

Esta historia empieza con el reencuentro de dos personas que tienen una amistad desde la infancia y una de ellas está loquísima por el otro. Pero a un nivel desternillante.

Este cliché, bajo mi punto de vista, es uno de los más reales, porque del odio al amor hay un paso tóxico, pero de la amistad al amor hay una atracción física, un despertar sexual totalmente creíble y que se ha dado en tantas historias de amor reales que conozco a mi alrededor.

Relación falsa

Este cliché suele ir de la mano de situaciones rocambolescas en las que una parte de la pareja siente más reticencia a dar muestras de amor en público y la otra parte intenta convencerle de que si se hace, se debe hacer bien.

Disfruté mucho de esta historia, porque los protas son bastante parecidos a Cariño, cuánto te odio. Todo el mundo que trata con el prota considera que es un capullo, en cambio ella es adorable. Y chocan aunque no suele ser de frente porque él es un idiota, pero nunca con ella. Digamos que la protagonista se encuentra en medio del fuego a discreción entre él y los que no lo soportan.

Considero que para que este cliché esté bien construido, el motivo debe estar muy trabajado. En el caso de la novela histórica, como en El duque y yo, de Julia Quinn es más creíble la obligación por mantener un cortejo falso puesto que lo que desean ambos protagonistas es que las familias dejen de presionarlos para casarse. Sin embargo, al pasar tiempo juntos, se dan cuenta de que esos sentimientos han nacido entre ellos.

En el caso de La hipótesis del amor está más cogido con pinzas, pero el libro me parece una joya igualmente. En nuestro instagram, Ana lo reseñó aquí.

Identidad oculta

Este cliché romántico no es el que más me gusta, pero admito que solo me disgusta cuando se usa como as en la manga. Si se usa como lo hace Yanira García en esta novela, tiene toda mi admiración.

En esta novela hay dos personas que hablan a través de una línea erótica y las conversaciones terminan siendo algo más profundas que eso. Lo bonito es que ninguno de los dos lo sabe, pero se conocen también en persona, lo que hace más creíble esa atracción tras las conversaciones sin saber quién es quién.

Diferencia de status social o riqueza vs. pobreza

Este es uno de los clichés más socorridos en la romántica histórica. Ese noble o señor de la realeza que bebe los vientos por una chica plebeya o al revés.

Este cliché es complicado de encajar en la contemporánea más actual, puesto que las clases sociales no están tan marcadas como podían estarlo en la época de La Regencia, sin embargo sí hay diferencias en las posesiones de los seres humanos, que es prácticamente lo mismo.

El ejemplo más rápido y popular sería Christian Grey vs. Anastacia Steele. Un hombre poderoso, asquerosamente rico contra una chica que se acaba de licenciar y que conduce un coche que, personalmente, me parece lo mejor que tiene. Hasta que él decide que no es suficiente para ella. Yo lo habría dejado en ese momento, pero no soy Steele, así que…

Considero que este cliché es mucho más potente en la novela romántica histórica, por eso recomiendo un libro de la saga Bridgerton. Aunque la rigurosidad de la época brille por su ausencia, creo que precisamente esa característica es su punto fuerte. Porque son divertidas, ligeras y enganchan a más no poder.

Amigos con derecho a roce

Cliché en que ambos, inocentes, creen que pueden evitar enamorarse. Si hay una novela en que se ha tratado este cliché de una forma inteligente, adictiva y creíble es en la última de Mara Blanco.

Esta historia cuenta la vida de dos personas dañadas que son capaces de curarse la una a la otra. La madurez de los personajes me pareció brutal y también la forma en la que se enfrentan a todos esos sentimientos que entran en conflicto con sus propias creencias.

Conclusión

Clichés sí, pero bien construidos, por favor.

Yo no he leído todavía un libro romántico que no caiga en alguno de ellos, como he comentado antes, porque parece que todo es un cliché, pero la forma en la que lo tratamos es lo que nos va a diferenciar del resto.

Todas las historias que he dejado en este artículo las recomiendo porque considero que están muy bien escritas y tienen un cliché (o varios de ellos) muy bien integrados.

Aprovecho para decirte que, si te interesa agrandar tu lista de libros pendientes, tenemos un podcast en el que hablamos sobre clichés y novedades que puedes escuchar en nuestra web y en otras plataformas como Ivoox o Spotify.

Y te dejo aquí mi petición de hoy: si has leído alguna historia romántica que no cumpla con ningún cliché, te pido que me comentes el título aquí abajo, porque de verdad que me interesa mucho dar con alguna, a ver cómo es.

Únete a nuestra tribu y consigue el ebook que hemos preparado donde encontrarás todos los recursos que necesitas para autopublicar con calidad profesional y sin dolores de cabeza.

2 comentarios en «Una novela por cada cliché romántico que te corta la respiración»

  1. Me habéis in incrementado la lista de libros pendientes con este artículo. Ya tengo tres nuevos esperando a que los lea en el Kindle.

    Adoro los clichés.

    Un abrazo.

    Responder

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