Hay ocasiones en las que en La tribu de la romántica nos apetece sofocarnos un poco con alguna de las muchas novelas románticas-eróticas que hay en el universo literario.
Y decimos románticas y eróticas porque son exactamente eso: tienen una trama que cumple todos los requisitos de una novela romántica, pero son lo suficientemente explícitas en las escenas de sexo como para poder catalogarlas de eróticas.
En los últimos años, el erotismo ha entrado por la puerta grande en la romántica, y lo ha hecho de una forma tan inteligente que la lectora acérrima de romántica lo ha aceptado: respetando la historia y sin invadir las páginas de repetitivas escenas de sexo.
Es imposible elegir entre todas las que hay, así que hoy te traigo una selección para ir haciendo boca, donde alternamos libros que ya se han convertido en clásicos contemporáneos con otros que tocan otros subgéneros dentro de la romántica.
Una trilogía de novelas románticas eróticas que no puedes perderte
Cuando Elísabet Benavent publicó el primer libro de la trilogía Mi elección, sé a ciencia cierta que muchas quisieron ser Alba y sentir cómo Nico y Hugo la rodeaban con sus cuerpos. Quizá fuera la forma de contarlo o la historia que se tejió alrededor, pero el caso es que aquella historia a tres dio pie a muchas conversaciones y subidas de tensión sexual.
Aparte del consabido debate de si eras del #teamNico o #teamHugo, el acierto de esta trilogía fue presentar esa relación a tres como una historia real, que parte de situaciones reales, como si pudiese puede pasarle a cualquiera. Y la combinación de los tríos sexuales con la marejada sentimental garantizó el éxito.
“En el sexo cada cual hace lo que le apetece, ¿no? A nosotros nos apeteció. El resto son connotaciones que tú le das. No hay valores positivos ni negativos intrínsecos en ello”
Elísabet Benavent, Alguien que no soy
Lo único que podría achacársele a esta trilogía es que se alargó demasiado (con dos libros se hubiese resuelto), y el detalle de que Nico y Hugo fueran propietarios de un club erótico (demasiada casualidad para las modas que predominaban en la época). De resto, y como siempre hace, Elísabet Benavent nos recreó con unas escenas apasionadas, explícitamente sexuales pero con ese punto mágico que posee a la hora de describirlas.
Lo dicho: la que no haya deseado jamás ser Alba, que levante la mano.
Un retelling con escenas de alto voltaje
Conocí a Andrea Adrich mientras chafardeaba por los ranking de ventas de novelas románticas-eróticas, y al cabo de un tiempo ya había leído varias de sus novelas. Y de todas ellas, la que más me impactó fue La bestia de las Highlands.
Que conste que siempre me han encantado las historias donde un hombre atormentado vive en una mansión/castillo y es redimido por el amor de una mujer especial. Quizá de tanto leer Jane Eyre cuando era niña este cliché se me quedó prendido en el corazón, o que el romper la armadura de un protagonista huraño siempre me ha divertido mucho. Esta novela, además de seguir este tipo de trama, nos trae un retelling de la Bella y la Bestia que es una de las mejores que he leído.
Ya solo el hablar de una bestia sugiere algo primitivo, nos da pistas de la rudeza que se puede disfrutar si se utiliza de la manera correcta para encender una piel. Y en esta novela, de esto hay un rato. Al igual que una tensión sexual que va creciendo hasta estallar con fuerza.
No puedes perderte una escena atómica en la biblioteca (sí, esa que tanto adora Bella en el cuento clásico), que rompe el muro entre el hostil anfitrión y la vivaracha española que llena el castillo de canturreos y energía de la buena. Esa escena, con Alba de espaldas y la bestia devorándola desde atrás, volatiliza la ropa interior de cualquiera que la lea. Palabrita de girl scout.
En esta novela, Andrea Adrich ha sabido modular la temperatura del termómetro de tal manera que puedes sentir que te ha entrado fiebre. De la buena, de esa que se disfruta con un estupendo libro romántico erótico que aúna una historia bien hilada y muchos sudores de los deseables.
La fantasía y las novelas románticas eróticas
Cuando piensas en la fantasía clásica, no te imaginas a Frodo intimando con nadie. Hasta Aragorn y Arwen se amaban de esa forma espiritual que no tenía apenas tintes de necesidad física. En cambio, Canción de fuego y hielo, con su crudeza y cuasi realismo, introdujo el sexo en la fantasía, y ya nada fue igual.
Reconozco que he leído casi todas las sagas de fantasía de Jennifer L. Armentrout, pero estoy convencida de que no hay ninguna como la protagonizada por Poppy y Hawke. Es la mejor en todas las dimensiones: en la trama, en la construcción de los personajes, en la maravillosa e intensa historia de amor, y en el lujurioso y goteante erotismo que la impregna.
Por ahora hay publicadas tres novelas (De sangre y cenizas, Un reino de carne y fuego y Una corona de huesos dorados), y en todas la relación entre los protagonistas va construyendo una historia de esas que trascienden incluso la gran trama de reyes, reinas, vamprys, Ascendidos, atlantianos, wolvens y demás fauna fantástica.
El saber cómo mantener la tensión sexual tan intensa y tan tangible durante casi dos libros es un gran mérito por parte de la autora. Sucumbir y resolverla habría sido lo fácil.
Hay interludios sexuales antes de que se abra la veda, no digo que no. Fantástica y memorable la escena en la nieve, donde el roce de los dientes afilados de él causa un placer inenarrable a Poppy, tanto que puedes sentirlo como si te ocurriera a ti misma. Y, a pesar de esos alivios temporales, las ganas que se tienen van siendo cada vez más intensas. Al igual que los sentimientos que ya no van a ser capaces de obviar.
Sí, Jennifer. Incluso cuando ya la tensión se ha resuelto, sigues siendo una maestra a la hora de impregnar de sensualidad cualquier lugar, ya sea un jardín en medio de una ciudad o una cueva oscura. Y aunque el mundo que rodea a la pareja protagonista sea uno fantástico, lleno de dioses, dragones y venganzas, su historia es de sentimientos reales y humanos. Tanto en el amor como en el sexo.
2 comentarios en «5 novelas románticas eróticas para acalorarte a tope»
Leí De sangre y cenizas hace nada y estoy muy de acuerdo 🙂 A ver si me hago con los siguientes
¡Hola, Nisha! Yo estoy esperando el siguiente como agua de mayo, ¡ya queda menos! Un abrazo