
Una de las primeras cuestiones que nos planteamos al abril La Tribu de la Romántica es que teníamos que definir qué es para nosotras novela romántica. Y es que la pregunta, aunque te parezca una chorrada, tiene miga.
¿Qué es novela romántica?
En principio, partimos de dos premisas que definen el género:
- La trama principal tiene que basarse en un conflicto de pareja. Es decir, existe una relación entre dos personas con un impedimento X y los protagonistas luchan por superar ese conflicto.
- Debe tener final feliz. O por lo menos, el mejor final posible para el conflicto planteado. Lo que se ha dado en llamar «la justicia emocional». Si no tiene un final feliz, es considerado un drama romántico, pero NO sería una novela romántica. Por ejemplo, Yo antes de ti o muchas de las historias de Nicholas Sparks son dramas románticos, a pesar de que las editoriales las etiqueten como novelas románticas.
El final feliz, que en principio podría parecer un inconveniente —Si ya sabes el final, ¿para qué leerlo?—, es un valor del género, porque la escritora (sí, salvo pocas excepciones es un género dominado por mujeres) tiene que conseguir enganchar a la lectora (también son mayoría) con el desarrollo de la trama. Intentar que durante todo el libro la lectora dude de que ese final feliz aparezca.
Pero —ay— cómo no aparezca. Prepárate para las críticas más feroces.
Según la RWA (Romance Writers of America), estas dos premisas de las que hemos hablado permiten que el género sea rico en ambientes, en distintos grados de sensualidad (desde el clean romance, que no tiene nada de nada de sexo, hasta la erótica) y en subgéneros (que son el resultado del crossover con otros géneros).
Para algunos autores del género, el término «novela romántica» va incluso más allá. Para diferenciarlo de la llamada «novela rosa». Y consideran novela romántica a la actual, la que empezó a partir de los ochenta-noventa con el empoderamiento de la mujer.
Pero creemos que es una pena limitar el género así, pues entonces libros con personajes femeninos maravillosos y que cumplen las dos premisas anteriores —como, por ejemplo, Orgullo y prejuicio, de Jane Austen—, no serían novela romántica. Y para nosotras, sí lo son.
Novela rosa y novela romántica. No es lo mismo, señores.
Que vaya por delante que he leído muchos artículos en los que la novela romántica es tildada de «literatura para mentes sencillas» y «literatura de mala calidad».
Jane Austen es la autora romántica por excelencia como he dicho antes, y sus obras distan mucho de ser «literatura para mentes sencillas» o «literatura de baja calidad».
Es lo mismo que ocurre cuando alguien cargado de prejuicios literarios tilda la fantasía juvenil de «literatura sencilla para niños», pero luego dice que La historia interminable (que cumple todos los estándares de la fantasía juvenil) es una obra maestra.
El término «novela rosa» es un término peyorativo con el que se designaba a las novelas baratas, tipo folletín, que se compraban en los estancos en los periodos de postguerra. Es un término completamente obsoleto, usado para infravalorar a la mujer que la compraba y que no debe usarse para designar al género romántico. Nos oponemos.
En todos los géneros hay novelas malas y novelas buenas, y es de poco inteligente generalizar. Sobre todo, sin ser lector del género y sin conocerlo. Pero está claro que la novela romántica —lo mismo que la juvenil— sigue siendo despreciada por los esnobs literarios, que la tildan de «rosa». Se sigue pensando que es una literatura de baja calidad, mal escrita y con tramas insustanciales.
Creo que, a pesar de que en este sentido las cosas van cambiando, en un mundo que sigue siendo dominado por los hombres y la visión masculina del arte, los prejuicios acerca de la literatura juvenil y de la novela romántica tienen mucho que ver con que son géneros en los que las mujeres son dominantes como escritoras.
Historia de la novela romántica
El que la novela romántica ocupe el lugar que ocupa hoy en día viene en gran parte de su desarrollo a través de la historia. Lo que es novela romántica como la hemos definido al principio, empieza en Inglaterra en el siglo XVIII, con la novela gótica, en la que la protagonista lo pasaba fatal pero existía el final feliz.
En los años veinte, la editorial Minerva Press empezó a publicar unas ediciones muy baratas, con historias de amor sencillas, con pocas páginas, que son lo que se denominó «novela rosa». Y que se vendían como rosquillas. Las heroínas eran bastante pasivas y tontas y los protagonistas, demasiado machos. Pero tengamos en cuenta que eran los años veinte. Y que esas historias eran consumidas como entretenimiento de la misma forma que se vio Cristal en la televisión en los ochenta.
Pero si algo queda claro es que la novela rosa no es la novela romántica que se publica hoy en día. Los prejuicios, como siempre, están basados en la ignorancia.
La protagonista actual de la novela romántica
Bridget Jones marcó un antes y un después en el género. Una protagonista que se ríe de sí misma y que es capaz de evolucionar para dejar atrás al macho alfa. Abrió las puertas al chick-lit y al empoderamiento femenino. La mujer empieza a ser la que decide, frente a esas novelas rosas en las que eran sometidas, secuestradas y forzadas en muchas ocasiones.
Vivimos en una sociedad que presume de igualitaria, pero la mujer sigue llevando en la mayoría de las parejas el peso de las labores de cuidado y el trabajo doméstico, así como la carga mental de la logística familiar. La novela romántica actual busca la reivindicación de su papel en la sociedad, tanto como la del deseo sexual femenino.
La buena lectora de romántica exige calidad, documentación, personajes creíbles, diálogos imaginativos, buenas descripciones y edición cuidada. Como es uno de los géneros más publicados, tienen mucho donde elegir, son lectoras voraces (la mayoría no solo de romántica) y las críticas —cuando la novela no llega a un estándar de calidad— son feroces. Y, sorpresa, las estadísticas muestran que no se trata de mujeres con pocos estudios y vidas poco emocionantes, todo lo contrario.
La novela romántica actual —con todos sus subgéneros— es un género complejo en el que no tienen cabida los argumentos sencillos que le atribuyen los prejuiciosos y que además se atreve con temas en los que otros géneros no se meten. Fue la romántica la primera en incorporar protagonistas LGTB a sus historias.
No se trata de aplaudir todo lo publicado bajo la etiqueta de «novela romántica». Hay algunos bestsellers dentro del género —como por ejemplo After— que son un verdadero atentado a los valores. Pero, como en cualquier género, hay que saber distinguir el oro de la paja, dejar a un lado los prejuicios e investigar.
En esta web vamos a hablar de novela romántica de calidad, bien escrita, bien documentada y bien editada. Porque estamos convencidas de que juntas derribaremos prejuicios y convertiremos a todos en miembros de La Tribu de la Romántica.
2 comentarios en «¿Qué es novela romántica?»
Hola, estoy inscrita y no tengo el ebook. Quisiera saber si me pueden ayudar por favor.
Muchas gracias
María José
Te acabamos de enviar un mail, María José