
En los últimos años, el fenómeno de la saga o serie literaria también ha conquistado el mundo de la romántica. Más allá de los archiconocidos Harry Potter o Canción de Hielo y Fuego del mundo de la fantasía, nuestro género ha producido grandes ejemplos como Crepúsculo, Outlander o los Cabana. Ya no nos quedamos en bilogías o trilogías: las universos se expanden y dan para historias mucho más amplias y redondas.
También son fórmulas muy interesantes en cuanto a rentabilidad: aseguran un efecto enganche que multiplica las ventas.
¿Y eso qué significa?
Pues que si alguien se lee la primera parte de una saga o una de las historias de la serie, y le gusta lo que ha leído, hay altísimas probabilidades de que siga leyendo el resto. Y cuanto más larga sea la saga o serie, mayor es el efecto multiplicador.
Pero no es tan fácil subirse a este carro, y eso es lo que vamos a ver hoy: te dejaremos toda la info necesaria para que puedas darle vueltas a esa idea de saga o serie que seguro que tienes en algún lugar de tu mente.
Las diferencias entre saga o serie
Soy de esas personas a las que les cuesta acordarse cuál es la izquierda y cuál la derecha. Y me pasa lo mismo con los conceptos de saga y de serie, a pesar de que son muy claros. Así que voy a dejártelos por aquí por si a ti también te pasa y necesitas un refresco de estos conceptos:
- Una saga es una sola historia entera que se divide en varios capítulos, en este caso, en libros. En cada uno se suele dejar el final con un gancho o cliffhanger para que sigas leyendo la siguiendo entrega o, si no está publicada, estés pendiente de la fecha en la que sale. Un crear expectación o hype, si quieres ser moderna. Como ejemplo, la saga Lux de Jennifer L. Armentrout
- Una serie está formada por historias normalmente autoconclusivas de un grupo de personas que tienen una trama común entre sí. Son típicas las series de hermanos (ejemplo perfecto es el de la serie Cabana, de Susanna Herrero), las de un grupo de amigos (como Again, de Mona Kasten) o las que ocurren en un lugar físico, como un pueblo o una cafetería, que actua de centro neurálgico de todas esas historias.
Debo decir que, personalmente, soy más de series, a no ser que la saga esté ya publicada entera. Si la historia me gusta, no hay cosa peor que tener que esperar para saber cómo sigue. (Espero que George R. R. Martin me esté escuchando, aunque en su caso, por lo menos tuvimos la serie en HBO como sustitutivo).
La dificultad de crear una saga
La historia que se cuenta en una saga no es moco de pavo: para que dure varias entregas, debe pensarse de cabo a rabo sin dejarnos ni un solo cabo suelto.
Primero que nada, la historia ha de tener sentido e interés para asegurar que la lectora sigue leyendo. Más que nunca, hay que trabajar una estructura de novela muy al detalle, ya que esto no es un libro de trescientas páginas, sino quizá cinco o seis, y por ello no podemos tener un despiste. Además de la estructura de la historia total, hay que construir la de cada libro en sí, y finalmente revisar y asegurar que todo se empasta correctamente.
Los personajes también deben ser tratados con profundidad y con sus arcos narrativos perfectamente dibujados. Lo que puede motivar a un personaje en el libro 1 quizá no sea lo mismo que en el libro 4, así que este trabajo también tendrá que ser milimétrico.
No es fácil, y se puede caer en la trampa de crear una trama a la que se añade relleno artificial para poder alargarla. Esa es la forma de hacer que el lector pierda interés y confianza en tus escritos. Además, si no eres escritor de mapa (y aún siéndolo), el escribir una saga puede hacer que, por el camino, te desvíes de tu rumbo inicial y, poco a poco, la fuerza del comienzo se vaya diluyendo.
Si vas a escribir una saga, plantéate si lo quieres contar da para todos los libros que tienes en mente, o si, en realidad, da para uno o, a lo sumo, dos. Sé honesta contigo misma y tenlo claro: es mejor escribir un muy buen libro, uno solo, que cuatro en los que se nota a leguas que has estado estirando el chicle.
La moda de las series en literatura
A priori, una serie no parece entrañar tanta dificultad como una saga. Son historias diferentes, donde hay algunos puntos de encuentro, y por eso muchas autoras se lanzan de lleno a crear mundos de muchos planetas que orbitan alrededor de algo, como puede ser una familia, un lugar o una idea.
La realidad es que tampoco es jauja y que hay que emplearse a fondo para que una serie de novelas siga capturando la atención de la lectora.
Por una parte, el mapa de relaciones e interacciones tiene que estar perfectamente definido. No puedes permitirte fallos en los personajes, en cómo son, qué rol juegan en la serie y cuál va a ser su arco narrativo. Podemos escribir la historia de varios amigos, pero no se trata de que cuando termines una novela te olvides de los protagonistas de la anterior.
A las lectoras les encanta visitar las historias pasadas y, para escribir una buena serie y mantener enganchadas a las lectoras, es importante tener claro que aunque estés contando lo que le pasa a X e Y, el que los otros personajes sigan estando presentes y develes aspectos de su vida, es crucial.
Sería tremendamente extraño si escribes la historia de una hermana y en la novela siguiente la obvias sin dar ningún tipo de información de ella. Tendrás que hacerla aparecer de alguna forma, porque así también estarás creando intriga en quienes no hayan leído esa primera historia.
Los Bridgerton es un gran ejemplo de esto. Imagina que tras el primer libro, no supiésemos nada de Daphne y Simon. Sería rarísimo. Siempre serán parte del paisaje de ese mundo, y dependiendo de lo que Julia Quinn quisiese conseguir, los habrá usado en el resto de novelas de una u otra forma, más o menos relevante.

En resumidas cuentas, escribir una saga o serie es una gran idea para tu catálogo como autora, pero debes pensarlo bien para ver si la idea que tienes en mente da para una de esas dos modalidades. Y si no, escribe tu novela como siempre, velando por su calidad y trabajando fuerte en su visibilidad como parte fundamental de tu estrategia de marketing.
Por lo tanto, hay ideas que sí sirven para una saga o serie, y otras no. ¿Has tenido alguna? ¿La has llevado a cabo? Yo empiezo mi primera serie justo la semana que viene, con la primera entrega de Los hermanos Olivares, Donde fuimos eternos. La tienes en preventa en digital en Amazon aquí.
(Y sí, ya tengo las tramas de todos los hermanos escritas, por si te lo preguntabas. Fue lo primero que hice antes de meterme con los detalles y con las estructuras de cada una).
Un abrazo fuerte y ¡recuerda escribir por la dominación mundial de la romántica!
Helen Rytkönen
1 comentario en «Saga o serie literaria: una fórmula que engancha»
En ello ando, sí. Una serie. Tengo publicada la primera (Amor brujo), escribiendo la segunda y perfiladas las tramas de la tercera y cuarta 🙂 Solo que al paso de tortuga reumática que llevo, igual tardo cinco años en terminarla 😂